El coaching ontológico interviene en el SER, para prepararlo como una plataforma que sostendrá en el tiempo acciones en pro de la consecución de los resultados deseados.
Algunas escuelas de coaching se refieren al ser como el “observador”, basándose en la premisa de que las cosas y los hechos no son como son, sino que existen en la mente de quien los observa, de la misma manera que los colores son solo interpretaciones de las longitudes de onda que capta nuestro cerebro mediante los foto receptores de la retina del ojo, pero en realidad los colores fuera de nuestra mente no existen.
El coaching ontológico se basa en gran medida en las investigaciones de Fernando Flores, recogidas de manera sistemática en el libro “Ontología del Lenguaje” de Rafael Echeverría, en donde se plantean 3 postulados básicos:
- Los seres humanos son seres lingüísticos. Somos lo que pensamos.
- El lenguaje es generativo, crea realidades.
- Cada ser humano es distinto a los demás, con sus características biológicas, históricas y sociales.
Así también Echeverría plasma en el libro, dos principios fundamentales:
- No sabemos cómo las cosas son, solo sabemos cómo las interpretamos, vivimos en mundos interpretativos.
- No solo actuamos de acuerdo a como somos, también somos de acuerdo a cómo actuamos.
Basados en estos dos principios podemos cambiar nuestra realidad personal y rediseñar quienes somos mediante acciones que generen SER. Podemos reinterpretar nuestro pasado y cada situación presente en la vida para crear acción y tener los resultados que siempre quisimos, así como también mediante la modificación de nuestras acciones y/o incorporación de nuevas acciones en nuestra vida, podemos modificar quién estamos siendo, abriendo un abanico inmenso de posibilidades.
